La ayahuasca es una bebida psicoactiva utilizada por los pueblos indígenas de la Amazonía con fines rituales y medicinales desde hace más de mil años. Esta bebida se elabora a partir de la mezcla de hojas de la planta Psychotria viridis y la liana Banisteriopsis caapi, y contiene el compuesto psicodélico dimetiltriptamina (DMT), el cual tiene un efecto profundo en la mente humana.

Un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences ha revelado cómo el DMT afecta al cerebro humano. Los científicos utilizaron electroencefalografía (EEG) y resonancia magnética funcional (fMRI) para monitorizar la actividad cerebral de 20 voluntarios que recibieron una inyección de 20mg de DMT y un placebo en visitas separadas al laboratorio.

Los resultados del estudio mostraron que el DMT afecta profundamente al cerebro humano, particularmente en las áreas más evolucionadas que son responsables de la planificación, el lenguaje, la memoria, la toma de decisiones complejas y la imaginación. La bebida provoca una hiperconexión entre las regiones del cerebro que utilizamos para crear nuestra realidad, lo que lleva a una comunicación más caótica, fluida y flexible.

Además, los investigadores encontraron que la actividad eléctrica del cerebro se vuelve más anárquica y que la conectividad entre las regiones del cerebro se intensifica. Según los investigadores, esta capacidad de hacer que la actividad cerebral sea más fluida y flexible subyace no solo a la experiencia psicodélica, sino también a los prometedores resultados obtenidos en los ensayos clínicos que utilizan DMT en combinación con psicoterapia para tratar la depresión.

Aunque los resultados del estudio proporcionan una imagen sin precedentes del cerebro humano en estado de alteración con DMT, los investigadores creen que todavía hay mucho que aprender. El profesor Robin Carhart-Harris, uno de los autores del estudio, sugiere que el DMT puede desregular los sistemas más nuevos y evolucionados del cerebro, mientras que los sistemas más antiguos pueden ser desinhibidos, lo que produce una experiencia similar a la de los sueños.

La ayahuasca y otras sustancias psicodélicas han sido utilizadas por los seres humanos durante milenios para explorar la conciencia y la espiritualidad. Con el creciente interés en la psicoterapia asistida por psicodélicos, los resultados de este estudio podrían ayudar a los científicos a comprender mejor cómo estas sustancias pueden ser utilizadas de manera efectiva para tratar afecciones como la depresión y la ansiedad.

Donación

$
Share This